sábado, 13 de febrero de 2010

Resultado: gratificante

Me arme de valentía señoras y señores y asistí al encuentro, de lo contrario me hubiesen execrado del mundo de los blogs, dicho por él, la raya no hubiese sido normal, aunque confiesa que le tentaba la idea de que no me presentara para destruirme en uno de sus post ¿Se imaginan ese post? Yo sí, y sería de lo más interesante. Estaba preparado para cualquier cosa me dijo, incluso para que apareciera un hombre. No salió corriendo y a mi no me dieron ganas de hacerlo en ningún momento.


Llegue al lugar más céntrico que a él se le ocurrió, y no lo culpo, Toto de mí no sabía absolutamente nada. Entre y lo vi, allí estaba él, en una pose digna de una foto de sus post. Pude haberme conformado con sólo eso, con saber que efectivamente había asistido a la cita, derrumbando uno de los defectos que le habían impuesto: el de embarcador.


Me dije: no seas pendeja ya estás aquí, lo peor que puede pasar es que no se quiera casar contigo, total, tú tampoco te quieres casar. Cuando me acerque me quede muda, no supe que decir, el se levanto de la silla un poco confundido, y me hablo, me dijo: ¿Eres tú? Y le dije: sí soy yo, la mujer que le da frío en las manos, en ese instante me beso apasionadamente y todo lo que siguió fue digno de una película de amor, somos el uno para el otro, no hay duda, encontré al hombre de mi vida.


El último párrafo no pasó, se me ocurrió que era un bonito desenlace para esta historia, pero no, nada de eso pasó.


Lo conocí, bueno en persona, porque a este hombre ya lo conocía, a todas sus fan un notición: es Toto, como me lo imaginé siempre, un “niño” interesante, inteligente, divertido, conversador, ocurrente, encantador, Toto es encantador.


No se rascó la nariz, así que supongo no estaba nervioso, fumo bastante pero que coño yo más que él. Debo confesar que se ve mucho mejor en persona que en fotos y en video. Fueron dos horas y media leyendo el Tea Party, en vivo y directo.


Por recomendación de Bibi estuve a punto de comenzar con un pico, por eso de que las primeras citas deberías comenzar así, pero era demasiado arriesgado, corría el riesgo de que se fuera y me quedara con las ganas de escuchar las letras, de ver moverse la foto, de creerme parte de un cuento donde todos los personajes son fantásticos y parecen creados, pero son reales y dignos de mención.


Conózcanlo, este señor es digno de conocer, es confirmar que no estamos locas y que efectivamente el protagonista de nuestro Tea Party es el príncipe (inserte aquí el color de su preferencia) que cada una de nosotras se imagina.


Tengo un amigo famoso.

Le dí total libertad para contar su punto de vista, me muero por leer ese post.


Voy a recibir mi mensaje el día de los enamorados ¡Que emoción!

miércoles, 10 de febrero de 2010

Tengo un plan para conocerlo

En realidad tengo varios. Los he diseñado para estar preparada en el caso de que alguno falle irremediablemente. La que quiera unirse, bienvenida, yo egoísta no soy.

Los explico, sin ningún orden en específico. Podemos poner en práctica el que más le guste a quién decida acompañarme.

PLAN A: Inventar una reunión de blogger. En cualquier lugar, realmente eso no me importa, yo me llego. Aquí necesito la ayuda de alguién que ya lo conozca para que me de ideas, con lugares que le sean a él casi imposibles de rechazar. Pensándolo bien, alguién más debería proponerlo, para yo llegar de incognita y tratar de abordarlo de manera que parezca pura casualidad, sin la mención de mi blog, porque coño, al leer esto ya va a saber por donde voy. Pienso llegar, deslumbrante, y bailar cerca de él, si consigo que me vea el trabajo estará casi listo. Si bailo como loca y ni se inmuta, que carajo, tendré que invitarlo a bailar yo. Le diría algo así como que hablo inglés a la perfección, que intenté un tratamiento para dejar de fumar para que me cuente su expieriencia y que mi abuela me regalo un cheque en mi cumpleaños porque había perdido todas las esperanzas de que algún día me casara. Las “coincidencias” no pueden fallar. De esta manera rompería el hielo y me aseguraría, por lo menos, una buena conversa de esas que me encantaría tener con él.

PLAN B: Este me parece más factible porque el encuentro se daría en su debido momento. Planeo conocer a una de sus amigas, a Nina puede ser, así, si falla el plan tengo una nueva amiga. Ella posiblemente también lea ésto y se concentraría en darme buenos tips para el encuentro. Organizaría algo chevere con ron de por medio y allí haría mi aparición, eso sí pidiéndole a Nina que por favor no revele mi identidad, todavía. Que le diga que bailé con ella alguna vez, o que asistí a unas cuantas clases del mismo taller de actuación, pero que por motivos de enfermedad (núnca porque no sirvo para eso) lo tuve que abandonar, o que diga que fui la chama que le escucho un cuento en una discoteca una de sus noches de copas, la que no hablaba nada porque o no entendía porque ella me contaba su vida o porque estaba demasiado pea. Preferiblemente la segunda opción. Prometo no decir “cabello” Nina, para que mi entrenamiento no se te haga tedioso.

PLAN C: Este es un poco más desesperado. Confieso que cuando invitó al Bazar que había en su casa estuve a punto de hacerlo. La idea era ir a su casa, saludar a su mamá y decirle que iba de su parte tal como lo recomendó y comerme algo preparado por Josefa. Esparar que entrará a su propia casa y abordarlo con naturalidad, aqui sí, mencionando lo bueno que es su blog y confesándole que lo encuentro muy parecido a Jerry Seinfeld, en el mejor sentido de la palabra. En fin ya no hay Bazar, pero podría darme unas vuelticas, hacerme amiga del Junip y sacarle información, que un día me encuentre instaladísima en la sala conversando con su hermano, o en la cocina, viendo deportes con Josefa.

Me encantaría que alguno se pudiera realizar antes del muy temido “día de los enamorados” con la esperanza de que ese día por lo menos me mande un mensaje.

FELIZ DÍA DE LOS ENAMORADOS, adelantado. Platónicamente también debería celebrarse.

En la mañana...

En la mañana las cosas suelen verse mejor, descubres que lo que pasó ayer ya es pasado y que después de todo no fue tan importante. En la mañana todo tiene sentido otra vez, porque me gusta pensar que como es un nuevo día todo puede cambiar, hasta tú puedes cambiar. En la mañana me digo: coño eso fue ayer y me importa una mierda. En la mañana me acuerdo de ti, omitiendo lo que no me gusta, y me creo que eres perfecto. En la mañana la ropa que escogí ayer ya no me gusta, porque hoy quiero verme mejor de lo que quería verme ayer. En la mañana tengo sopotocientos planes para mi día, quiero ser simpática, quiero decir sólo cosas agradables y demostrarte que me importas y dejar que me demuestres que yo también a ti, aunque sea un poquito. En la mañana creo que todo es posible, porque coño uno debería hacerlo posible. En la mañana quiero decir tantas cosas que me quedo muda porque no sé por donde empezar. En la mañana quiero romper el molde, quiero que rompas el molde, conmigo. En la mañana creo en mí y creo en ti, aunque en el fondo se que no debería, pero que carajo está empezando el día. En la mañana quiero escribir, quiero escribirte, pero no se por donde empezar. En la mañana me digo: hoy no fumas en ayunas. En la mañana soy tan positiva que me asombra. Quiero que mis mañanas se extiendan todo el día.

Al medio día las cosas suelen verse como son, me acuerdo de lo que pasó ayer y me digo: coño ¿Qué pasó? Es importante. Al medio día todo sigue teniendo sentido, porque me gusta pensar que como queda medio día todo puede cambiar, quizás tú no, pero tengo esperanzas. Al medio día pienso en ti, pero ya no omito lo que no me gusta, y me sigo creyendo que eres “casi” perfecto. Al medio día con la ropa que tengo me veo bien. Al medio día los planes para mi vida son los mismos, pero me pongo metas realistas, he sido simpática con la mayoria de las personas, he dicho cosas agradables aunque no todas, aún no te he demostrado que me importas porque tú tampoco te has tomado la molestia. Al medio día me digo: no seas pendeja que todavía todo es posible. Al medio día he dicho tantas cosas que pienso que ya debería callarme. No he roto el molde y tú tampoco. Sigo creyendo en mí, pero con respecto a creer en ti se han despertado muchas dudas. Al medio día ya escribí, pero no me gustó y lo borre. Al medio día ya llevo 6 cigarros, y el de antes del desayuno no faltó. Al medio día asombrosamente sigo siendo positiva. Al medio día ya quiero que sea de noche.

En la noche las cosas suelen verse peor de lo que son, todavía me acuerdo de lo que pasó ayer y efectivamente fue una mierda, pero poco me importa. En la noche todo tiene sentido, todavía, porque al carajo se acabo el día, mañana todo puede cambiar, pero tú no, definitivamente tú no tienes arreglo. En la noche sigo pensando en ti y me pregunto con arrechera ¿dónde coño estás metido? La perfección definitivamente me la inventé yo. En la noche ya me quiero quitar esta ropa que no entiendo porque me la puse, y escojo la de mañana con mejor criterio. En la noche sigo con mis planes pero las metas ya no son tan realistas. He sido simpática con quien me ha dado la gana y una mierda con los que me caen mal. Dije cosas de todo tipo, la mayoría no fueron muy agradables, trate de demostrarte que me importas pero me arrepentí a tiempo. En la noche me digo: si eres pendeja, claro que todo es posible, todavía, todo es posible aunque las circunstancias se empeñen en demostrarte lo contrario. En la noche no he podido callarme a pesar de intentarlo. No rompí el molde, tú ni idea porque no se absolutamente nada de ti, ni siquiera si estas interesado en romperlo aunque sea con otra. Aún creo en mí, pero en nadie más. En la noche no escribí, pero sigo con unas ganas inmensas de hacerlo, pero no a ti. En la noche ya llevo una caja de cigarros, con todo y lo caro que están. En la noche me asombro de seguir tan positiva. En la noche ya quiero que sea de día.