sábado, 3 de julio de 2010

De como la gente te cambia la vida (si te atreves)

Piensa en tu vida en función de la gente que has tenido alrededor en un momento dado. Piensa en lo que te han hecho vivir: en lo que te han inspirado, como te han marcado, como han contribuido con tu alegría o con tu desengaño. Cuenta tu vida a través de los que han pasado por ella. O de los que no. Trata de imaginarte que hubiese pasado en el tiempo que invertiste con una persona, si esta no se hubiese cruzado contigo.

Imagínate una noche en la que no tengas en quién pensar: en alguien al que te mueres por conocer, en alguien al que te mueres por olvidar. En alguien que te inspire a atreverte.

Imagínate que nunca te atreviste a dar el paso definitivo para conocer a alguien. Imagínate que te diste el permiso para dar el paso definitivo para conocer a ese alguien.

Piensa en tu presente si en el pasado te atreviste a decir algo más, o a callar algo de más. Repasa las veces que estando con alguien deseaste estar con otra persona y cuando lo lograste ya no te gustaba la idea. Recuerda cuando estuviste con alguien deseando que el tiempo no pasara para quedarte en ese instante que temías no regresaría. Pero te fuiste y no regreso.

Imagínate que te atreviste a dar ese beso, el beso que significaría un antes y un después, sin importar el minuto siguiente. Sin importar que, quizás, sea el primero y el único.

Imagínate una mañana en la que abres los ojos y te invade el pensamiento aquella persona por la que lograste dormirte, pero que ese día esta a tu lado porque por fin te decidiste.

Imagínate que un día te atreves y te apareces en el lugar menos indicado pero con las palabras correctas. Imagínate que te atreves a mandar un mensaje a una hora inoportuna pero con las palabras oportunas. O que te contuviste de enviar un mensaje a horas apropiadas con contenidos inapropiados.

Imagínate el ahora, si al terminar la función te quedabas hasta después de los aplausos a ver si la obra continuaba, contigo de protagonista.

Imagínate que transformas la distancia en una aventura y ya no es un impedimento.

Imagínate sellando el sobre y enviando la carta. Imagina al destinatario guardándola para siempre.

Imagínate quedándote sin importar la hora, sólo la compañía.

Imagínate la diferencia en tu vida.

Como dice Manuela Zarate "No dejes pasar nada, luego es sinónimo de tarde".